2 Noé y la gran lluvia (Génesis 6-9)

Hace mucho, mucho tiempo, en un mundo lleno de gente y animales, vivía un hombre llamado Noé. Noé era especial porque amaba a Dios y hacía todo lo posible por ser bueno y justo. Dios miró a Noé y vio su corazón bondadoso, y decidió confiarle una importante tarea.
\n\n
Un día, Dios se apareció a Noé y le dijo: "Noé, he visto que eres fiel y bueno. Voy a enviar un gran diluvio para limpiar la Tierra de toda la maldad. Pero quiero salvarte a ti y a tu familia, junto con dos de cada animal, para que puedan empezar de nuevo". Noé escuchó con atención las palabras de Dios y asintió con gratitud.
\n\n
Dios le dio instrucciones muy precisas a Noé sobre cómo construir un barco especial llamado "el Arca". El Arca era gigantesca, tan grande como un campo de fútbol, y tenía tres pisos para albergar a todas las criaturas. Noé y su familia se pusieron manos a la obra, recolectando madera y trabajando día y noche para construir el Arca tal como Dios les había indicado.
\n\n
Mientras tanto, los animales de la tierra comenzaron a llegar a la puerta del Arca, dos por dos: leones y cebras, elefantes y jirafas, patos y pingüinos, ¡de todas las formas y colores imaginables! Noé y su familia los recibieron con cariño y los llevaron al interior del Arca, asegurándose de que tuvieran suficiente comida y agua para el viaje.
\n\n
Finalmente, llegó el día en que las nubes se oscurecieron y comenzaron a caer gotas de lluvia. Pero esta no era una lluvia normal; era una lluvia que no parecía tener fin. Los ríos se desbordaron y las aguas subieron rápidamente, cubriendo todo a su paso. Las personas que no habían escuchado a Dios y no habían sido buenas estaban asustadas y buscaban refugio en lo alto, pero no había escape.
\n\n
Dentro del Arca, Noé y su familia cuidaban de los animales y rezaban por la seguridad de todos. Durante cuarenta días y cuarenta noches, el agua siguió cayendo, y solo el Arca flotaba sobre la superficie del agua. Pero Noé tenía fe en Dios y sabía que estaban a salvo en su cuidado.
\n\n
Finalmente, un día, las aguas comenzaron a retroceder, y el Arca descansó en la cima de una montaña. Noé envió una paloma para ver si había tierra firme, pero la paloma volvió al Arca. Luego, envió una segunda vez, y esta vez la paloma regresó con una hoja de olivo en su pico, señal de que la Tierra volvía a ser habitable.
\n\n
Noé y su familia salieron del Arca, junto con todos los animales, y se arrodillaron para dar gracias a Dios por salvarlos. Dios les prometió que nunca volvería a enviar un diluvio de esa magnitud y estableció un hermoso arco iris en el cielo como señal de su promesa.
\n\n
Así, Noé, su familia y los animales comenzaron una nueva vida en un mundo limpio y renovado, lleno de esperanza y gratitud por la bondad de Dios. Y la historia del Arca de Noé nos recuerda que, incluso en los momentos más oscuros, la fe y la obediencia a Dios pueden llevarnos a la seguridad y la bendición.
Compartir Google Plus

Cristiano Lector

Estamos Orgullosos de haber creado una plataforma Perfecta de Alta Calida para nuestros Usuarios. Velando primeramente por sus prioridades. Asi que esperamos que su experiencia en Esta Pagina Web sea de Gran provecho. Att: El Equipo de Cristiano Lector
    Comentar en Blogger
    Comentar en Facebook

0 comentarios:

Publicar un comentario