\n\n
Cada noche, cuando su mamá osa le decía: "Oliver, es hora de ir a dormir", él respondía con un bostezo falso y decía: "Pero mamá, aún no tengo sueño. Quiero quedarme despierto y jugar un poco más." Y así, su mamá lo dejaba jugar un ratito más antes de acostarse.
\n\n
Pero Oliver tenía un problema. Como no dormía lo suficiente, se sentía cansado durante el día y no podía disfrutar de sus aventuras en el bosque. Tropezaba con raíces, se quedaba dormido en medio de una historia que le contaba el búho sabio y no podía correr tan rápido como sus amigos cuando jugaban a las carreras.
\n\n
Un día, mientras jugaba con su mejor amigo, el conejito Benny, Oliver tropezó y rodó por una colina. Cuando finalmente se detuvo, se dio cuenta de que estaba solo en un lugar del bosque que nunca había explorado antes. Estaba asustado y no sabía cómo volver a casa.
\n\n
Mientras Oliver miraba a su alrededor con lágrimas en los ojos, escuchó un suave ronquido. Siguió el sonido y encontró a un anciano búho durmiendo en una rama. Oliver se acercó con cuidado y lo despertó.
\n\n
El búho sabio, llamado Don Sabio, parpadeó y lo miró con paciencia. Oliver le contó sobre su problema y cómo se había perdido en el bosque. Don Sabio escuchó atentamente y luego dijo: "Pequeño osito, creo que tus problemas están relacionados. Si no duermes lo suficiente, te sientes cansado y desorientado, como ahora. El sueño es importante para que puedas disfrutar de tus días en el bosque."
\n\n
Oliver asintió y comenzó a comprender la importancia del sueño. Don Sabio le ofreció su ayuda para regresar a casa, pero antes de partir, le dio un consejo: "Recuerda, Oliver, que el sueño es como un regalo que te hace el bosque para que puedas estar lleno de energía y alegría cada día. No lo desaproveches."
\n\n
Oliver regresó a su hogar y decidió que a partir de esa noche, se acostaría temprano para dormir lo suficiente. Y así lo hizo. Comenzó a disfrutar de sus días en el bosque más que nunca. Ya no tropezaba ni se quedaba dormido durante las historias del búho sabio. Sus amigos notaron el cambio y se unieron a su nueva rutina de dormir temprano.
\n\n
Desde ese día, Oliver entendió que el sueño era importante, no solo para los ositos, sino también para todos los habitantes del bosque. Y así, vivió felizmente, sabiendo que cada noche, el bosque le regalaba los sueños más hermosos, y él los recibía con alegría en su corazón.
\n\n
0 comentarios:
Publicar un comentario